La cuarta generación de la Ford Escape ha estado entre nosotros desde el 2020 por lo que era justo y necesario que ya recibiera su renovada de medio ciclo.

Para mantenerla competitiva en su segmento muy peleado, Ford tiene que echar la casa por la ventana, hay que ponerla al día tanto en imagen como en tecnología y por supuesto motrizmente. Y Ford ha cumplido.

Para empezar, ahora la Escape se ve más refinada y sofisticada, y eso es precisamente lo que quiere Ford, ya que si la gente busca un vehículo con apariencia más ruda entonces pueden recurrir a la Bronco Sport con quien la Escape comparte plataforma y tren motriz.

Los cambios para la Escape 2023 son numerosos y vistosos, empezando por una parte trasera que recibe calaveras con distinta iluminación.

Como es costumbre en estas actualizaciones, vemos rines de nuevo diseño en los costados.

El frente es el más cambiado con faros de nueva forma e iluminación, una parrilla más grande que recibe de regreso el logotipo Ford que antes vivía más arriba, la fascia es más elaborada y finalmente el cofre es un poco distinto. Y por cierto, esa franja de LEDs que parece salida de Alibaba adorna la gama alta.

La cabina también se ha revitalizado con lo que está de moda: pantallas grandes, en este caso de 13.2 pulgadas. La gama baja se tiene que conformar con una de 8. Y de 8 pulgadas también es el panel de instrumentos y crece a 12.3 en la gama alta. El sistema de infotenimiento pasa de ser el Sync al 4. Lleva sistema de seguridad de serie y otros opcionales.

La Escape 2023 ofrece una gran variedad de motorizaciones que van de un tricilindrico, pasando por uno de 4 cilindros y terminando con la variante híbrida. Así pues tenemos:

• 1.5L 3 cilindros con 181 HP
• 2.0L de 4 cilindros con 250 HP
• 2.5L de 4 cilindros con 2 motores eléctricos con una potencia total combinada de 210 HP.