La Lincoln Navigator es otro ejemplo de cuando un vehículo concepto es muy similar al producto final.

Ya lo había dicho la propia marca cuando la present que el prototipo sería muy fiel al modelo de producción y también aclaró que las enormes puertas tipo «alas de gaviota» no verían la luz verde. Una lástima.

Otra cosa que se extraña es el trío de escalones que dieron lugar a un simple estribo, eléctrico, pero un simple estribo al fin y al cabo.

Por útimo, el habitaculo estilo Super Sónicos con su Azul tono «70’s Show» ha dado paso a una cabina más normal y totalmente distinta a la que adorna a su parienta pobre la Ford Exdition. Bien por Lincoln.

Entonces, ¿Qué ha quedado del concepto? Todo lo demás. La apariencia, la imagen y la presencia son casi idénticas.

Desde que era concepto se había anunciado que tendría el motor 3.5L biturbo V6 con más de 400 HP y eso es precisamente lo que mueve a la Navigator de producción, la potencia total es de 450 caballos.

Los rines en forma de turbina se han quedado de una manera más aterrizada y en menor tamaño, aunque en el tope de gama son muy similares.

En resúmen, la Navigator tanto en concepto como en modelo de producción es un vehículo llamativo, elegante e imponente que le da esperanzas a Lincoln de revivir sus viejas glorias cuando una Navigator era sinónimo de lujo.