En un mundo nostálgico por lo retro, y en un país amante de las camionetas pick up, resulta sorprendente que a ninguna armadora se le ocurriera sacar alguna camioneta con sabor de antaño.

Fue hasta que Blake Greenfield – dueño de un par de agencias en Minnesota – se inspiró al ver una Silverado 2014 en verde «Woodland» que alguien cambió en su concesionaria. Con un poco de imaginación, algunas modificaciones y ciertos elementos necesarios para convertirla en una Cheyenne de antaño fue como nació la Big10 original.

La carrocería de la Silverado saliente – 2014-2018 – con sus lineas rectas y simples fue el lienzo perfecto para llevar a cabo la conversión.

El resultado es único y distintivo, es simple pero llamativo, y en una época con camionetas cada vez más grandes y con apariencia agresiva, la llegada de estos vehículos que evocan los viejos tiempos es un respiro y son bien recibidos.

El éxito no se hizo esperar, empezaron los pedidos de varias partes de los Estados Unidos y otros países, se hicieron famosas las conversiones, varios sitios publicaron artículos al respecto y salió en los noticieros. Y no faltó quién copió la idea.

De hecho, su servidor, se enteró de estas conversiones gracias a una de esas copias. La primera la ví en una agencia de Kansas City.

Otra la encontré en la capital del estado.

Fue cuando decidí hacer un poco de investigación y encontré al creador de la original Big10: Blake Greenfield.

Hablando con Blake, me comentó cómo se originó el que él llama prototipo – que actualmente está en venta – y me explicó que la gente puede comprar el Silverado de tercera generación (2014-2018) nueva o usada y hacer la conversión a su gusto y de acuerdo a su presupuesto.

Dicha conversión consiste por lo general en una franja de vinil, emblemas de Cheyenne Big10 y llantas con rines blancos de apariencia retro. Pero como mencioné, el límite es la imaginación y el presupuesto. Al preguntarle a Blake si las unidades vistas por su servidor a cientos de millas de distancia de su negocio eran de su autoría, me dijo que no, que la manera más educada de llamarlas son «imitaciones», pero eso no lo molesta, sino que lo vé como un cumplido. Alguién copiando su idea: señal que es buena. Aunque le gustaría que al menos le dieran el crédito pues las otras agencias las presentan como la original y obviamente no lo son. No patentará su idea pues dice que no tiene ni el tiempo ni el dinero para hacerlo, además de no estar seguro si se puede patentar una inspiración propiedad de GM.

Para los demasiado jóvenes para conocerlas y los demasiado viejos para recordarlas, les comparto un par de camionetas que ví y seguramente les sirvieron de inspiración a los copiones:

Por ultimo, al preguntarle a Blake si tiene planeado hacer una Cheyenne Big10 utilizando la Silverado 2019 me comentó que no lo descarta aunque no está seguro si el resultado final sería bueno pues la nueva carrocería tiene líneas más angulosas.

Así que ya saben, si alquien les pregunta: ¿Y la Cheyenne Apá? Diganles: Está en Blake Greenfield Chevrolet Buick . Gracias a Blake Greenfield por su tiempo y  el uso de las fotografías de la Silverado Cheyenne Big10 original.