Si el Corvette fuera humano, ya podría ir pensando en jubilarse. Siendo un auto deportivo significa que a sus 65 años está mejor que nunca. Nacido en 1953, actualmente se encuentra en su séptima generación conocida como C7. El auto que vemos hoy es, como señala el título, la edición especial «Carbon 65».
«Carbon 65″… 65 por los años cumplidos. Carbón…quien sepa que me lo diga. No, ya en serio, es porque ese elemento -fibra de carbono- está presente en varias piezas del auto como por ejemplo: techo, parte del cofre, spoiler trasero y contorno de las entradas de aire traseras del exterior.
La cabina se adorna con un volante de fibra de carbono forrado en gamuza y consola central del material ultra ligero y con el número de serie de la edición.
Otras cosas por las que distinguimos esta edición especial es su pintura exclusiva gris cerámica «matrix» que parece más bien blanco, gráficos en salpicaderas y puertas, calipers en azul, logotipos «carbón» en las tapas centrales de los rines y carcasas de los espejos laterales.
Se puede elegir coupé o convertible, entre el Grand Sport o el Z06 y dependiendo del elegido será el motor que lleva ya sea el 6.2L v8 con 460 o el que lleva 650 equinos. De igual manera, dependiendo del elegido será el precio que es $15,000 más que el precio del Corvette en el que se basa, es decir, desde $80,495 dólares por el Grand Sport coupé y hasta $99,590 USD por el Z06 convertible.
El Carbon 65 en una verdadera edición limitada y numerada. Solo se producirán 650 unidades de las cuales 500 son para el mercado Estadounidense y únicamente 12 para México. Gracias a Chevrolet Hendrick en Merriam, Kansas, por las facilidades otorgadas.