Sedán deportivo bajo, ancho y largo, no hace falta decir que es la reencarnación del Fisker Karma.
Atrás quedaron sus días como auto híbrido, hoy lo mueve el motor LS9, o para que me entiendan, el que llevan los Corvette ZR1 C6, es decir, el 6.2L V8 con 638 HP acoplado a una transmisión automática. La velocidad punta es de 200 MPH, o sea, 321 km/hr.
Entre los cambios comparándolo con el vehículo donante, lo que más resalta es la ausencia de los enormes bigotes Fisker que han sido rasurados y sustituídos por una parrilla y fascia que nos recuerdan un poco a la del Jaguar F-Type.
Otra cosa que ha perdido el Destino por causas del destino, valga la redundancia, es su techo con la celda solar que llevaba el Karma y que lo hacía ver futurista, en su lugar el Destino lleva un techo de fibra de carbono.
Por último, el interior rebibe una palanca convencional en lugar de botones en la consola central para seleccionar la marcha.
Con un precio de $229,000 dólares, el VLF Destino se convierte en un exótico, al menos en costo, y muchos dirán que por ese precio se puede comprar algo mejor, pero allí lo tienen, el VLF Destino, un vehículo muy capaz y llamativo, ya puede adquirirse contactando directamente a VLF Automotive.