El pequeño crossover de Mercedes Benz recibe un ligero lavado de cara que facilmente podría pasar desapercibido. Y es que aunque son varios los cambios, tratándose de un vehículo Alemán, la manera más fácil de notarlos sería comparándolo con el modelo saliente. Pero no lo tenemos así que se los diré.
Estrena parrilla, fascia y faros con iluminación diurna con líneas distintas, ya saben que los LEDs son muy flexibles y pueden acomodarse como uno quiera, pues eso cambia. De igual manera, los pilotos traseros reciben iluminación distinta a lo que estabamos acostumbrados. La fascia trasera también ha sido rediseñada.
El resto del vehículo permanece casi igual, solo recibe equipo de serie que antes era opcional como la pantalla de infotenimiento de 8 pulgadas y la cámara de reversa.
Recordemos que el GLA 250 es movido por el motor 2.0L turbo de 4 cilindros con 208 HP unido a la caja automática de doble embrague de 7 marchas.
Por su parte, el GLA 45 AMG sigue con su aspecto tuneado, con imagen de «Cohete de bolsillo» y recibe el mismo tratamiento que su hermano plebeyo, es decir, sus elementos distintivos que son los faldones, estribos, spoiler y difusor, han sido confeccionados.
El interior recibe su dosis de actualización mediante el llamado paquete «Studio» que consiste en tapicería tipo gamuza en asientos, paneles de las puertas, volante y tablero. Lleva costuras en amarillo y exteriormente lleva elementos pintados en ese color también.
Al GLA 45 AMG lo mueve también un motor 2.0L turbo de 4 cilindros pero que al ser armado manualmente, alguien en AMG es capaz de embutirle 167 equinos más para un total de 375 HP, eso es 20 caballos más que el modelo actual. Lleva la misma caja y la tracción integral viene de serie.
Ambos llegan a los concesionarios Mercedes Benz en el verano, y aunque no se han anunciado precios, se espera que no aumenten mucho con respecto a los actuales.