El Domingo saldría la caravana rumbo a Celaya a las 9:00 am, así que hubo tiempo para hacer maletas y llenar el estómago antes de salir. Pero, ¿Y los tanques de los autos? No se preocupen que los organizadores tenían todo planeado para que aquellos smarts hambrientos desayunaran antes de salir de Querétaro.
Ya todos satisfechos inició la caravana con destino a la ciudad de la cajeta.
Por momentos realmente fuimos reyes del camino con smarts de todos colores y sabores circulando en ambos carriles, algunos parandose en el acotamiento a tomar fotos y videos, rebases, en fin, todo un espectáculo visual.
Llegando a Celaya el show continuó al circular por algunas calles del centro de la ciudad hasta llegar a un lugar muy pintoresco llamado «Mi espacio Guanajuato». En este establecimiento el Prieto tuvo lugar preferencial justo en la entrada. Tremendo honor.
Aqui fue el desayuno – comida mejor conocido como «Brunch» tipo buffett con comida mexicana, muy recomendable. Yo por mi parte por fin me di un festín gastronomico nacional.
Hubo la entrega de reconocimientos entre los cuales fui humildemente seleccionado a recibir algunos de ellos. Agradezco a quienes votaron por mi. Aproveché para tratar de dar un discurso de agradecimiento y logré balbucear unas palabras antes de que me invadiera el pánico escénico. A los que filmaron el momento: Por favor, por amor a Dios, por mi reputación, dignidad y orgullo, les pido, suplico y ruego: No suban el video a Youtube.
Después seguí con la toma de fotos y selfies que por cantidad de imagenes y gente no me pude tomar con todos los que hubiera deseado, aún así me traje un recuerdo muy especial.
Se dió por concluída la Reunión Nacional del smart Club México 2015 y empezaron las despedidas. Aquí viví en carne propia ese sabio dicho que dice: «El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse».
Hubo fotos grupales en la azotea, más selfies, fotos de los autos con Celaya de fondo, besos, abrazos, en fin, de todo, lo que no hubo fue un adiós sino un hasta luego.
Antes de finalizar esta cuarta parte hago una pausa: Me quito el sombrero – o gorra – y como dice José José «pido un aplauso» virtual a los organizadores del evento, no cabe duda que le metieron tiempo, dinero, esfuerzo, sudor y lágrimas, y como le comenté a Uzziel Martinez, he tenido la fortuna de asistir a reuniones nacionales de smart en Estados Unidos, incluso a la madre – en el buen sentido de la palabra – de todos los eventos: smart times, pero creanme, y lo digo sinceramente, la reunión mexicana ha sido la mejor a la que he asistido, y es que la amismart está presente, se respira y se siente.
A todos y cada uno de los asistentes: Gracias por haber compartido conmigo una experiencia inolvidable.
Esta historia continuará…
En verdad como la calidez del pueblo mexicano no hay dos,
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