¿Qué pasa si cruzamos un smart con un Jeep? La respuesta es el Crosstown. ¿Por qué? En ambos vehículos el parabrisas se colapsa para que los pasajeros disfruten una sensación de manejo más libre cuando el ser convertible no es suficiente.

A lo largo de su historia, smart se ha caracterizado por sacar más conceptos que autos de producción. Y aunque en ocasiones es muy claro cuando un auto es meramente un ejercicio de diseño, hay otros, como en el caso del Crosstown, que levantan falsas esperanzas al ser un vehículo no muy estrafalario.

Corría el 2005 cuando smart mostró al mundo desde Frankfurt su concepto que en teoría mostraba el futuro Fortwo que saldría un par de años después. Está basado en el Fortwo de primera generación, y aunque no lo aparenta es unos centímetros más largo. Tiene la característica smart de llevar los paneles desmotables en un color y la celula de seguridad en otro tono.

Es convertible con techo de lona que funciona como el Fortwo cabrio, la cosa cambia al poder bajar el parabrisas y guardarlo bajo el cofre para que quede como un Crossblade, un auto de producción limitada que salió a la venta 3 años antes.

En el interior podemos ver indicios de lo que sería el habitaculo del futuro 451, aunque todavía de manera muy primitiva. Llama la atención el graffiti, un toque muy poco ortodoxo.

Algo digno de mencionar es el tren motriz: lleva el típico motor de 3 cilindros pero lleva además un motor eléctrico para juntos lograr un impresionante rendimiento de alrededor de 50 MPG.

Como muchos conceptos de smart, el Crosstown no tenía la intención de ser un modelo de producción, algo un poco decepcionante tomando en cuenta que ofrecía amenidades que seguramente hubieran sido bien recibidas. El auto que aqui vemos es el que se presentó en el autoshow de Ginebra en el 2006 y tuve la fortuna de ver en Portugal el año pasado. Ustedes que opinan, les hubiera gustado ver el Crosstown de producción?