Les haré una confesión, en la edición 2021 de la exhibición de autos de Los Angeles, el vehículo que más me gustó fue uno diminuto, muy raro e incluso controversial que nunca creí tendría la oportunidad de ver en vivo: el Aston Martin Cygnet.
Los entrados en materia sabrán la historia del auto, pero para los que no, les cuento que Aston Martin recurre a Mercedes Benz para dotar a sus autos de motores potentes. Sin embargo, cuando necesitó de un vehículo pequeño con motor eficiente para bajar sus cifras de emisiones y no ser penalizado recurrió a otra armadora: Toyota. Y escogió al más pequeño de todos para convertirlo en un «Aston Martin»: el iQ.
Al principio les decía que el Cygnet es un auto raro, tanto para estándares establecidos por Aston Martin como por el número de unidades vendidas, y es que si bien no se sabe a ciencia cierta la cifra exacta sabemos que al menos en Europa solamente 593 unidades fueron adoptadas entre el 2011 y el 2014.
Y mientras Aston Martin se esforzó en hacerlo ver como un Aston Martin exteriormente poniendo los emblemas alados, un cofre más elaborado con salidas de aire falsas y por supuesto no puede faltar la mencionada parrilla tipo Aston Martin.
De costado vemos un pequeño adorno en la salpicadera delantera con una tira de cromo que se incrusta en la puerta, no pueden faltar rines más lujosos ya que recordemos el iQ de serie lleva rines de acero con tapones.
La parte trasera está adornada con calaveras en forma de «C» aunque por obvias razones la del lado izquierdo es una «C» invertida, vemos nuevamente el logotipo Aston Martin y el nombre Cygnet en la parte baja del lado derecho.
Asimimo, Aston Martin lo adornó al maximo de lujos en el interior como piel casi todas las vestiduras incluyendo los paneles de las puertas, consola central, volante y por supuesto los asientos. Y hay que aclarar que es la misma piel que utiliza Aston Martin en sus deportivos, no es piel utilizada en Toyotas o en Lexus.
Pero no todo es color de rosa pues Aston Martin olvidó o no quiso retocar en lo absoluto el motor, por lo que al encenderlo suena idéntico al Toyota/Scion iQ. Así es que el Cygnet es movido por el motor 1.3L de 4 cilindros con 94 HP junto con la caja tipo CVT. Los Ingleses ni siquiera se molestaron en modificar el sistema de escape, después de todo no querían un deportivo, sino un vehículo con buen rendimiento para bajar sus emisiones como armadora.
Siendo un «Aston Martin» sabemos que no era barato, hace una década los Ingleses pedían el equivalente a $40,000 dólares y aunque parezca increíble 10 años después no se ha depreciado mucho, además dicen las malas lenguas que era un requisito el tener un Aston Martin de verdad para poder comprar un Cygnet.
Si se preguntan ¿Cómo llegó este auto a Estados Unidos? El dueño es Beau Boekmann, un conocido vendedor y coleccionista de autos que lo importó bajo la clausula de «Show and Display» que permite importar vehículos que cumplen con ciertos estándares de importancia histórica o tecnológica aunque no tengan 25 años de antiguedad con la condición de solo poder conducirlos 2,500 millas anualmente.
Y aqui tienen el Aston Martin Cygnet, un diminuto pero muy interesante auto que jamás creí ver y lo ví hace ya un año. ¿Cuál auto será mi favorito este 2022? Estén pendientes.