Los autos protagonistas de película de James Bond que no son Aston Martin son contados. El Lotus Esprit es uno de ellos.
Y mientras los Aston Martin tienen pistolitas y otros trucos, ninguno de ellos se transforma como este Lotus: en Submarino.
En una escena casi tan fumada como la de ´´Rápido y Furioso´´ donde un humilde auto marca Saturn va al espacio, en la película ´The spy who loved me´´, el Lotus se convierte en submarino.
Según las malas lenguas, un total de 7 autos fueron transformados en varias etapas de la conversión auto-submarino. Este es uno de ellos.
Se sabe que uno de ellos estaba totalmente sellado y se utilizó en las escenas bajo el agua. Otro, funcional aunque solo por tener motor, se vendió en el 2013 por £616,000, lo compró Elon Musk.