No hay duda, BMW ha hecho lo posible por mantener al X2 muy fiel al concepto. El aspecto está allí, la silueta está allí, las dimensiones están allí, vemos que hasta el logo del pilar «C» se ha quedado, lo mismo que el escape doble a los extremos. Es más, hasta un color similar está disponible en el auto de producción: Naranja Puesta de sol.
Lo que se ha ido: los rines exageradamente grandes con sus llantas tipo todo-terreno, los espejos laterales diminutos y los vidrios más prietos que la noche.
Son obvios los cambios adelante y atrás, con elementos más refinados, aterrizados y sobretodo moldeados para aguantar los golpes de la vida. El X2 es el primer BMW en estrenar la parrilla de riñón que con sus barras angulares y perímetro plateado ha recibido el nombre de «nariz de tiburón».
A pesar de no ser el de menor denominación, si es el más mini en dimensiones de los SAC – Sport Activity Coupe – de BMW, si, es más pequeño que el X1, y es tan mini que utiliza platarma y tren motriz del Mini Countryman JCW, es decir, lo mueve el motor 2.0L de 4 cilindros con 228 HP. En otros mercados hay más variedad de motorizaciones.
Y aquí los tienen, el BMW X2 concepto y el producto final, un vehículo que en general no perdió mucho y eso da como resultado ventas en Estados Unidos más que aceptables: en apenas 7 meses 10,907 X2 han sido adoptadas.