A pesar de su ruda apariencia exterior y sobretodo si es azul que incluso inspira temor, el interior es más bien blando, pero figurativamente hablando ya que en realidad los plásticos duros abundan, al menos en las unidades manejadas. Otro punto malo es que pesar de tener una enorme pantalla de 8.4 pulgadas, la cámara de reversa brilla por su ausencia, nuevamente, al menos en las unidades manejadas. Ambas versiones SXT. Pero no todo es negativo, el auto impone, sus luces traseras son más que llamativas, futuristas. Y los insertos de acero perforado en el tablero y consola central son únicos y originales.