Adiós cabeceos y cabezasos. Hasta nunca pasajeros cabeza de burbuja y situaciones embarazosas al parecer que el conductor no podía dominar la transmisión del smart.
Y es que al manejar el Fortwo 2016 lo primero que se nota es la ausencia del ajetreo sobretodo al pasar de primera a segunda velocidad que caracterizó al Fortwo por 2 generaciones. Con la tercera iteración los cambios se oyen pero no se sienten, al menos cuando lleva la transmisión automática de doble embrague de 6 marchas. Si lleva la manual de 5 cambios y el conductor no es muy experto en materia todo serguirá igual.
Sin embargo, antes de manejarlo ya empiezan los cambios: la llave ha perdido su redondez y sus 3 botones con la misma figura y en su lugar tenemos una llave moderna, digna de auto premium. Seguramente pronto se ofrecerá la opción de botón de encendido.
Siguiendo con el tema, como ya se ha mencionado, el switch de ignición pasa de la consola central detrás de la palanca de velocidades a la columna de dirección. Es una posición más lógica, pero surgen 2 cosas: 1. Se pierde la tradición de 2 generaciones y 2. Aunque parezca exagerado: se tiene que acostumbrar a la nueva posición.
El auto está además lleno de sonidos nuevos: al cerrar las puertas éste es más sólido, como de auto normal. Y al encenderlo, aunque similar, el ruido es distinto. Y no es para menos si ahora lo mueve un motor Renault. Como referencia: el motor del smart de segunda generación es de origen Mitsubishi y el de la primera lleva un Mercedes Benz. Todos tricilindricos y de menos de 1 litro de desplazamiento.
Al manejarlo nos olvidamos que estamos en un micro-auto: la posición de manejo es relativamente alta, la buena visibilidad hacia todos lados incluso hacia atrás y más espacio interior hacen que la claustrofobia no cunda en el par de pasajeros. No siempre es malo crecer hacia los lados, prueba de ello es el espacio ganado en el interior que asegura no más caricias románticas con la pareja y no más rozones embarazosos con el amigo, ya que siendo casi 10 cms más ancho eso se siente al no sentir – valga la contradicción – contacto con la otra persona.
El motor turbo ofrecido en Estados Unidos tiene la suficiente potencia para mover el auto con agilidad. El incorporarse a la autopista ya no es un movimiento kamikaze ya que al termino de la rampa ya se ha llegado a la velocidad deseada pues ahora la aceleración de 0 a 60 MPH ocurre el 10.1 segundos.
Como es de imaginarse, el Fortwo es un auto citadino, por lo que el manejo urbano es su fuerte. La dirección asistida eléctricamente no se siente adormecida y ayuda enormemente en la maniobra más temida: estacionarse en línea. La mayor ventaja del smart es que por su tamaño puede estacionarse en lugares donde cualquier otro auto no entraría. Además, con el motor atrás se libera espacio en el eje delantero para que las llantas giren más. ¿Quién necesita autos que se estacionen solos, si incluso el Inspector Clouseau puede estacionar un Fortwo?
Algo que debe probarse obligatoriamente es el radio de giro de 22.8 pies que lo convierte en el más corto del mercado. Convirtiendo los números a experiencia vivida tenemos lo más parecido a un paseo de feria que llega incluso a marear en pocas vueltas.
Siendo un auto de tracción trasera con motor en la parte posterior, muchos se han atrevido a llamarle el Porsche de los pobres, y es que, de este lado del Atlántico, el smart, es el único auto accesible con esa configuración.
Desafortunadamente las paletas de cambio al volante ya son una opción disponible y no equipo de serie aunque pueden hacerse los cambios manualmente con la palanca. Para compensar, se han ganado 2 modos de manejo seleccionables por el conductor: «E» por Econ y «S» por Sport. Como sus nombres los indican, el primero está enfocado en la economía del combustible mientras el segundo tiene como prioridad un manejo más hábil y ágil.
La estabilidad ha mejorado enormemente gracias a 2 elementos: la anchura ganada que empuja las ruedas más a los extremos y se tiene una mayor distancia entre ejes y el llamado «Crosswind Assist» que se encarga de mantener al auto en su carril cuando las ráfagas de viento quieren desviarle el curso.
Aqui haré una confesión: aunque amo a mis otros 2 smarts, al de primera generación no lo he sacado a carretera lo suficiente para evaluarlo. Y sinceramente, el manejar el de segunda generación en vías rápidas puede ser un poco estresante sobretodo si no tiene control de velocidad crucero y se tiene que estar cuidando la velocidad todo el tiempo o si está haciendo mucho aire y se tiene que manejar con los 20 dedos. Todo eso queda resuelto en el Fortwo 2016 con los elementos arriba mencionados y con la introducción del cruise control incluso en la versión Pure – que es la de entrada – como equipo de serie.
Pero no todo es color de rosa: El descansa-brazos es opcional, se extrañan las paletas de cambios aunque no se utilicen y ni para que llorar la ausencia de pantalla táctil, navegación o al menos CD player, no sirve de mucho un sistema de sonido JBL con todo y subwoofer que dicho sea de paso, quita espacio en la cajuela y se tiene que quitar para acceder al motor, si no se tiene buena música para escuchar. Si, lo sé, lo referente al infotenimiento se soluciona con ese aparato vicioso llamado smartphone, y el descansa-brazos puede adquirirse desembolsando $100 dólares más, pero aún así, mi materia gris se niega a entender ¿Por qué un auto modelo 2013 si lo tiene y uno 2016 no?
A fin de cuentas, poniendo todo en la balanza, ésta se inclina hacia lo positivo ya que el smart Fortwo 2016 es más refinado, el micro-auto se ha reinventado, Daimler, con ayuda de Renault lo han confeccionado y sin duda, ha mejorado. El que los medios Estadounidenses que antes criticaban y odiaban al smart hablen bien del nuevo modelo significa que la Dra. Annette Winkler y compañía han hecho bien su trabajo y con eso se aseguran más ventas como ya se ha visto en Europa desde su lanzamiento hace casi ya un año. Gracias a Smart Center Merriam y a Melinda Melton por las facilidades otorgadas en esta prueba que concluyó con la adopción del Prieto.
Excelente reseña, aunque ya le hagas el feo a las generaciones anteriores 🙂
No! Mi preferido sigue siendo el 450, pero siendo honestos el 453 es más carro.
Eso le va a pasar a más de uno tocayo, ya lo verás.
Me hablaban jajajaja.
Preferido sigue siendo el limoncito.