Hoy celebramos el cumpleaños número 2 de Piojo#2. Parece que fue ayer que lo recibiamos en casa, pero no, ya han pasado 24 meses desde que nuestro querido Piojín se fue y fue – valga la redundancia – sustituido por el que hoy celebra su onomástico.

No lo había presentado por este medio ya que fue el secreto de la Flia. R.G. mejor guardado por mucho tiempo, pero como algunos supieron y recordarán, todo inició en una noche de insomnio.

Era el 6 de Enero del 2013, cuando esperando la llegada de los Reyes Magos perdí por completo el sueño. Como en ocasiones anteriores me llamó el vicio y así empecé a ver en internet que smarts había en venta. Lo ví y fue amor a primera vista. Era un Brabus al estilo gringo, es decir, una oveja con piel de lobo ya que aunque acá es el tope de la gama, no tiene ese elemento tan indispensable que lo haría todo un señor Brabus: el motor retocado por la casa alemana.

Aún así, era un mundo de diferencia comparandolo con Piojín, quien en ese tiempo cumpliría 5 años con nosotros y como todo auto, a pesar de haberlo mimado y consentido ya empezaba a necesitar llantas, batería y otras cosas que por servir se acaban. Además la garantía extendida expiraría y hemos tenido la mala suerte que justo cuando ya no se tiene, se necesita.

En fin, presenté todos estos argumentos – muy válidos por cierto – a mi amada esposa, quien después de un inconsciente lavado de cerebro accedió a mis súplicas, no sin antes considerar otras opciones de autos como por ejemplo el Scion iQ y el Fiat 500. Así pues, quedamos que lo vi en internet el domingo 6, para no hacer el cuento más largo, basta decir que el martes 8 de Enero del 2013 ya lo teníamos en casa.

Muchos cuestionarán mi sano juicio al adquirir practicamente el mismo auto de nuevo, incluso en el mismo color! Quién en sus 5 sentidos hace eso? Para defender mi honor, les enlistaré las diferencias entre Piojín y Piojo#2:

Exterior:

• Estribos al color de la carrocería.
• Parrilla distinta y luces diurnas LED al frente.
• Rines deportivos.
• Escape de doble salida central.

Interior:

• Asientos de piel calefactados.
• Reloj y tacómetro en el tablero.
• Sistema de audio con navegación.
• Pedales deportivos.
• Tapetes con el nombre Brabus bordado.

Y algo que no se ve pero se siente: suspensión deportiva.

Sin embargo, lo mejor de todo, es que en nuestro pueblito ratonero casi nadie se percató del cambio, y es que hasta Piojín muy amablemente le heredó su placa. Y no es que sea malo estrenar auto, simplemente no se sabe como puede reaccionar la gente celosa.

Dos años después de haberlo adquirido ya no tiene el portaplacas delantero – cosa que le quité la noche que lo compramos – ya tiene las 4 llantas de la misma medida: 17 pulgadas, y obviamente ya no está impoluto ni impecable como el primer día, y es que ya lleva recorridas casi 5,800 millas con nosotros.

No queda más que decir: Feliz Cumpleaños Piojo#2!