Guadalajara, Mexico, primero de Mayo del 2002, 2:05 pm, en el aeropuerto local hay pasajeros abordando el vuelo hacia Chicago, ironicamente en las bocinas de la sala de abordaje se escucha la cancion «La noche que Chicago se murio».

Me encuentro en ese avion, viajando solo por primera vez, voy hacia lo nuevo y desconocido, y sin saberlo me despido de la tierra que me adopto por 20 años. Apenas ha despegado y me llega un sentimiento de arrepentimiento de estar alli, me pregunto que estoy haciendo, ya es demasiado tarde, no hay vuelta atras, me resigno y veo hacia adelante, a la aventura que vivire, al exilio que ha iniciado.

Mi destino no es Chicago, sino Kansas City, raramente el vuelo subia hasta la ciudad de los vientos donde tomaria otro avion hacia la tierra de los tornados. A pesar de cruzar fronteras viajo sin pasaporte de ningun pais, solo un acta de nacimiento y una tarjeta con 9 numeros impresos pretenden identificarme.

Al llegar a Chicago y pasar por migracion inicia un largo calvario para tratar de entrar al pais que me vio nacer, pero al haber emigrado me ha olvidado. No vale la pena entrar en detalles, ya han pasado 10 años y ya no los recuerdo, lo unico que no olvido es el temor sentido por varias horas, la angustia ante las amenazas, la impotencia de la incomunicacion, los interrogatorios que parecian no terminar, y la larga noche de insomnio deambulando por todo el aeropuerto O’Hare, todo porque alguien, sin ningun derecho se hizo pasar por mi aprovechando mi ausencia.

Con un dia de retraso llegue a mi destino, donde la experiencia vivida al principio no fue la esperada, aunque a fin de cuentas, de cierta manera ayudo a poder dar el primer paso, a iniciar mi vida independiente, a enfrentarme al mundo real solo.

Ya ha pasado 10 años, que parecen largos, y si los vemos en retrospectiva los parecen aun mas, pero hoy, desde aqui, me doy cuenta que todo pasa por algo, aun no lo entiendo todo, pero se que es mi destino el que estoy viviendo, y no lo cambiaria por nada.

Hace una decada lo deje todo, 10 años despues, de otra manera, lo he recuperado, hoy ya no estoy solo en el exilio, aunque aca sigo, mi nueva familia me acompaña.

Atte