Tuatara, ese es el nombre de un pequeño reptil que es oriunda de Nueva Zelanda, convirtiéndo a nuestro invitado en el segundo vehículo en ser nombrado en honor a una iguana. El otro es la Tiguan.

Contrario al crossover de VW, el SSC es un superdeportivo diseñado y desarrollado por SSC, la compañía de Jerod Shelby que no es pariente de Carroll aunque ambos comparten el apellido y la pasión por los autos y fueron afortunados de poder crear sus propios vehículos.

El Tuatara no es el primer vehículo de la marca. El primogénito fue el Ultimate Aero el cual obtuvo el récord Guiness en el 2007 del auto más rápido del mundo con su velocidad alcanzada de 256 MPH, es decir, 411 kms/hr.

El Tuatara también obtuvo ese récord aunque se vió opacado por la controversia en el 2020, posteriormente, un año después se verificó y ratificó el récord de más de 282 MPH, o sea, 453 kms/hr.

En cuestión de diseño, el encargado de hacer que el Tuatara se vea así previamente trabajo en la casa Pinifarina por lo que es moderno, inspirado en aviones de combate. Tiene una carrocería estilizada y esculpida que resulta en un bajo coeficiente de resistencia aerodinámica.

El motor que lo mueve es un 5.9L V8 que dependiendo del combustible será la potencia: cuando se utiliza de 91 octanos la potencia es de 1,350 HP y se le ponen E85 Etanol sube hasta 1.750 HP. Impresionante. La transmisión utilizada es una automatizada de 7 velocidades. Es RWD.

Por supuesto que no es barato, la versión de calle llamada simplemente Tuatara tiene un precio inicial de $1.6 millones de dólares, mientras que la variante de circuito con más mejoras aerodinámicas tiene de segundo nombre Stryker y hay que desembolsar $1.9 millones por él. Nuestro invitado es uno de esos.

SSC producirá 20 autos al año hasta completar un total de 100 unidades garantizando su exclusividad. El Tuatara ya es una realidad, tendrá un nombre de reptil, pero tiene todo para ponerse al tú por tú en las grandes ligas.
