Cierren los ojos. Imaginen que estamos en 1992. Las Olimpiadas son en Barcelona, Checoslovaquia era un solo país, el primer mensaje de texto fue mandado y Mc Laren cambió la historia automotriz con su F1. Dos años después, es decir 1994, que es el año modelo de nuestro invitado, el Mundial se celebraba en Gringolandia, Kurt Cubain pasaba a la otra vida y Bezos empezaba su changarro. En aquel tiempo adquirir un McLaren F1 rondaba el millón de dólares.

En su momento el F1 fue el auto más rápido con su aceleración de 0 a 60 MPH en 3 segundos y su velocidad máxima de 231 MPH es decir, 370 kms/hr. Ese título le perteneció desde 1992 hasta el 2005. Impresionante.

A parte de ese hecho, el F1 tiene algunas características muy peculiares como por ejemplo la posición central de manejo que si bien no es única si es de los pocos que la han tenido. A ambos lados del conductor estän los asientos para los 2 pasajeros, esto con el propósito de mejorar la visibilidad y distribución del peso.

Otra cosa curiosa y que ayuda a elevar el precio del auto es la cubierta del motor que en la parte interior está revestido en lámina de oro para disipar el calor.

Y ya que lo mencionamos,  el motor que lo mueve es el 6.1L V12 con 627 HP, nada de turbos, nada de hibrido, convirtiéndolo en el motor atmosférico más potente a la fecha. La transmisión es una manual de 6 velocidades.

Como todos sabemos, el F1 fue diseñado por Gordon Murray, y me atrevo a decir que poco más de 30 años después, se sigue viendo contemporáneo, tiene una imagen atemporal. Como dato, las puertas de apertura tipo diédrico, es decir, como alas de mariposa, fueron inspiradas en las del humilde Toyota Sera.

Otro dato interesante en el currículum del F1 es que fue el primer vehículo de calle en llevar un chasis mococasco y carrocería de fibra de carbono, entre muchas otras cosas.

MeLaren en total produjo 106 F1s, y eso incluye autos de carreras, ediciones especiales y prototipos, los autos como nuestro invitado, es decir, el F1 normal solo se produjeron 64 unidades. Entre los dueños más famosos del F1 tenemos a Mr. Bean que destrozó su auto, Jay Leno, Elon Musk, entre otros.

Al principio les comentaba que cuando era nuevo, el F1 rondaba el millón de dólares, más recientemente, unidades que han sido subastas superan los $20 millones convirtiéndose en uno de los superdeportivos más valiosos de la historia gracias a ser una rareza por la baja cantidad de unidades fabricadas, combinada con su legendario rendimiento y su singular cabina. Gracias a Miller Motorcars por las facilidades otorgadas.