Automotriz

Presentación Especial: Bugatti Tourbillon 2026.

Haré una confesión: Cuando ví por primera vez fotos del Tourbillon, creí que Bugatti había tomado un Chiron y le había alargado la trompa. Cuando tuve la fortuna de verlo en vivo me di cuenta que la compañía encabezada por Mate Rimac es más, mucho más que un Chiron trompudo.

El Tourbillon es el primer auto de Bugatti desde que se unió con Rimac y si bien ha mantenido el ADN, está clara la intervención Croata en el tren motriz. Pero vayamos por partes.

Comparándo el Tourbillon con el Chiron, éste último es mucho más elaborado, empezando en la parte trasera que ya no es una simple franja horizontal LED que sirve como grupo óptico, en el Tourbillon dicha franja sube y baja como olas y los LED tienen formas geométricas, al centro el nombre Bugatti también en LEDs hace su aparición.

El perfil conserva un elemento un Bugatti: Líneas laterales en forma de ¨C¨ y carrocería bitono.

Las ruedas son de 20 pulgadas al frente y 21 atrás, las llantas Michelin fueron desarrolladas especificamente para el auto. ¡Qué orgullo ver al patrón en semejante auto!

El frente que hereda rasgos del Chiron tiene sus marcadas diferencias con su antecesor: los faros, que son los más parecidos a los anteriores han sido claramente rezagados varios centímetros y hacen que la parrilla, que sigue teniendo la forma de herradura pero que es ligeramente más angosta, se vea como adelantada al resto del auto ya que la fascia ahora está angulada.

Lo que si está irreconocible es la cabina. Ha sido borrón y cuenta nueva. Empezando por las puertas que ahora son de apertura tipo mariposa. Una vez adentro, mientras el Chiron empezaba a verse moderno, el Tourbillon es una obra artesanal que quiere envejecer bien, con elementos que son hechos a mano por artistas. Llama la atención el panel de instrumentos consistente en relojes de titanio de la más alta calidad y que tienen como característica principal su posición fija visible en todo momento no importando si el volante da vueltas.

Sin embargo, todos los cambios mencionados se ven opacados por el que es sin duda el más importante: adiós motor W16 atmosférico. Pero no se espanten que el número de cilindros permanece intacto solo que ahora está en V. Por si eso fuera poco, 3 motores eléctricos ayudan al motor 8.4L con 986 HP y juntos, los 4 motores entregan una potencia total combinada de 1,775 HP. Sí, leyeron bien, no es error de dedo la enorme potencia. Y por cierto, el motor está expuesto a los elementos porque saben que un poco de agua no le cae mal a nada. La transmisión es una automática de doble embrague con 8 velocidades. Por cierto, casi lo olvido, el Tourbillon tiene un rango de 37 millas en modo totalmente eléctrico. ¡Gracias Rimac por eso!

Bugatti dice que la aceleración de 0 a 60 MPH se da en apenas 2 segundos. ¿Y el rendimiento? ¿A quién le importa? Ni siquiera a la EPA que no ha divulgado esa información.

Como suede suceder con esta clase de vehículos, el precio de entrada no se sabe a ciencia cierta, pero dicen las malas lenguas que superan los $4 millones de dólares y por supuesto que el precio máximo es tan alto cuál profundo es el bolsillo del afortunado comprador y por cierto, no crean que todos los billonarios podrán hacerse de uno pues la producción está limitada a 250 unidades.

El Tourbillon no es un Chiron trumpudo, es mucho más que eso, y lo mejor de todo: ya lo conocimos y eso es digno de presumir. Gracias a Miller Motorcars en Greenwich, Connecticut, por las facilidades otorgadas.

 

 

 

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