Hace un par de días vimos la Grand Wagoneer L con todas sus amenidades y lujos que a fin de cuentas solo inflan el precio y hacen que pase de ser convencional a premium.

Pero si le quitamos todo lo extra, ¿Cómo queda parada la simplemente llamada Wagoneer? Para saber la respuesta primero hay que compararlas.

Como mencioné en la reseña de la Grand Wagoneer L, Jeep pretende que ambas camionetas que comparten plataforma y cientos de elementos aunque no motor, y a pesar de que son de la misma marca, compitan en distintos segmentos cambiandoles el nombre y equipando más a una.

Pero, realmente ¿La Grand Wagoneer es tan mejor equipada como para que valga la pena desembolsar $29,000 dólares extra? Para empezar, ¿Cómo distinguimos una Wagoneer y una Grand Wagoneer? Afortunadamente hoy en día tenemos en la flotilla una de cada una y hemos podido ver todas sus diferencias.

En la parte trasera la Wagoneer tiene calaveras con mica roja, la Grand Wagoneer: micas transparentes. En el espacio para la placa, en la Wagoneer es del color de la carrocería, en la Grand Wagoneer: tiene un terminado estilo fibra de carbono. Y por si eso fuera poco, cada una porta su propio nombre.

Viéndolas de perfil, la Wagoneer lleva estribos fijos mientras que la Grand Wagoneer los lleva eléctricos, aunque ojo que son opcionales en la primera. Otra diferencia, la opción de techo negro es inexistente en la Wagoneer.

En el frente es donde hay más diferencias y sin embargo no son tan notables, tenemos por ejemplo que los faros si bien tienen la misma forma, la iluminación es completamente distinta llevando luces secuenciales la Grand Wagoneer. Parrilla y fascia son distintas.

La cabina a simple vista igual tiene bastantes diferencias empezando por el número de pantallas presentes en el tablero. La Wagoneer tiene 2, la Grand Wagoneer el doble.

Los asientos también son distintos en la parte superior.

Los controles de los asientos están en distintas posiciones.

El sistema de audio tiene más y mejores bocinas en la Grand Wagoneer.

Mecanicamente también hay cambios, por eso mencioné que no comparten motor ya que la Wagoneer es movida por el motor 3.0L de 6 cilindros en línea con 420 HP unido a una transmisión automática de 8 velocidades mientras que la Grand Wagoneer es impulsada por el 3.0L de 6 cilindros pero con 510 HP. Hasta el modelo 2023 el motor 5.7L Hemi V8, pero eso ya es historia.

Ahora, la pregunta del millón: ¿Cómo se comparan en manejo la Wagoneer y la Grand Wagoneer? En pocas palabras: casi igual ya que en ciudad ambas tienen una dirección precisa aunque por sus dimensiones la dirección trasera no le caería nada mal, y en carretera ambas tienen un manejo relajado. Ambos motores tienen buen arranque, los 90 caballos realmente no se extrañan en la Wagoneer. Otra cosa que no se extraña es la suspensión de aire que lleva la Grand Wagoneer ya que la suspensión convencional de la Wagoneer está calibrada para un manejo suave.

Quedamos que entre la Wagoneer y la Grand Wagoneer hay una diferencia de $29,000 USD. La Wagoneer tiene un precio inicial de $62,945 dólares, si se quiere la Wagoneer L hay que agregar $3,000 USD extra, si se quiere que sea 4×4 porque de serie es 4×2, hay que desembolsar otros $3,000 dólares más. Hay que aclarar que la Wagoneer L Series III que sería el tope de gama tiene un precio inicial de $89,320 USD y la Grand Wagoneer estándar de entrada tiene un precio inicial de $91,945 dólares dejando claro que la Grand  Wagoneer está por encima no importando las versiones de cada una.

También es bueno señalar que mientras la Wagoneer se ofrece en 6 colores, en la Grand Wagoneer se puede elegir entre 7 colores siendo el negro ¨cielo de medianoche¨.

A fin de cuentas si hay diferencias entre la Wagoneer y la Grand Wagoneer aunque no lo parezca exteriormente, y si bien pareciera una misma camioneta más equipada solamente, en ojos de Jeep es lo suficientemente distinta comopara competir contra ejemplares premium y creo que tiene el derecho de hacerlo con su Grand Wagoneer.