Corría el 2017 cuando Aston Martin anunció que en colaboración con Zagato sacaría un par de carrocerías más para Vanquish modificado por la casa Italiana. Para ese entonces ya había sacado el coupé y el convertible que Aston llama Volante. Las nuevas carrocerías serían un Speedster y un Shooting brake, que es nuestro invitado.

En total se fabricaron 325 unidades de Vanquish Zagato, de las cuales 99 son Shooting brake. Y aunque no es el más raro por cuestión de números, en lo personal creo que es el mejor logrado.

Los cambios entre el Vanquish normal y un Zagato son, para empezar, un parrilla que en aquellos tiempos era más grande aunque hoy en día ya se quedó corta. Aunque no lo parezca, las luces son ligeramente distintas y con iluminación en LEDs.

Obviamente el cambio más radical está en la parte trasera donde recibe nueva defensa, difusor, calaveras mucho más elaboras y claro, el techo más alargado y el portón trasero tan distintivo.

El interior lujoso y elegante ya se ve un tanto obsoleto, pero eso es algo que se entiende, después de todo, la segunda generación del Vanquish salió como modelo 2012.

Mecanicamente no tiene cambios con respecto al Vanquish S, es decir, lo mueve el motor 5.9L V12 con 580 HP unido a una transmisión automática de 8 velocidades.

Y llegamos a lo más interesante: la rareza del auto. En total Zagato construyó 325 unidades de las 4 carrocerías de las cuales 99 son como nuestro invitado, es decir, ¨shooting break¨ y de esas apenas 13 se importaron a Estados Unidos convirtiéndolo en toda una rareza circulando.

Cuando lo anunciaron en el 2018 sabía que sería casi imposible verlo en vivo, sin embargo, tuvimos la fortuna de verlo en un evento en la ciudad de Saint Louis, Missouri, donde lo tienen en venta por una cantidad no revelada, aunque se rumora que se acerca al millón de dólares. Los vale? Yo creo que si.