Ya les he mostrado en un par de ocasiones que los muñecos actuales ya no son inocentes, tiernos ni bien hechos. Hoy les traigo una tercera parte para confirmar mi teoria. Les presento a los «Uglydolls»:
Al menos quien los hace reconoce que sus productos son feos. Con esto me da gusto haber nacido en la decada donde daba gusto y alegria jugar con cosas bonitas.
Atte


