En el segmento de los sedanes grandes tenemos de todo, desde llamativos clonados como el Hyundai Genesis, deportivos como el Dodge Charger, feos como el Toyota Avalon y aburridos, muy aburridos como el Chevrolet Impala. Es tan aburrido que es el unico auto que aun ofrece asiento central delantero, esa caracteristica tan comun de la decada de los 80 que se ha vuelto obsoleta pero sigue presente en el gran sedan de Chevrolet.
Con la extincion del dinosaurio llamado llamado Ford Crown Victoria, Chevrolet creyo que agarraria un mayor pedazo de pastel de vehiculos policiacos, y precisamente alli es donde mas vemos los Impala de octava generacion, la cual se estreno en el 2006, por fortuna de la mayoria de lectores, no cruzo la frontera sur de Gringolandia.
Para empezar, el nombre del auto es feo, el diseño le hace honor al nombre y es feo tambien, las lineas pecan de simpleza, no se ve modernidad en ningun angulo, el unico punto a su favor es que al menos tiene identidad propia, y al menos hasta este momento no tiene tan marcada esa parrilla doble que cada vez crece mas en los autos del moño.
El interior tampoco mejora, el tablero es una expresion de simpleza y parece que estuvieramos dentro de un auto del siglo pasado, para rematar, los materiales no son de la mejor calidad, se le notan los años, y mas comparandolo con interiores ofrecidos por la competencia.
Se ofrece en cuatro versiones como es costumbre de Chevrolet, empezando con el simple LS, pasando por el LT, terminando con el LTZ, sin embargo el mas vendido es el FL, es decir, el destinado para flotillas, ya sea de compañias arrendadoras o cuerpos policiacos. Bajo el cofre encontramos un 3.5L V6 capaz de dar 211 HP o un 3.9L V6 que solo entrega 19 HPs mas. Ambos motores son capaces de digerir combustible E85.
Empieza en $24,495 y termina en $30,860 dolares, mucho dinero si tomamos en cuenta que es un auto comun y corriente, pero sobretodo que no genera ninguna emocion para manejarlo, mucho menos para poseerlo.
Atte
ALSRAC





